Póngale nota a este mandato, a esta legislatura FEMP.
Creo que tienen que ser las Concejalas y los Concejales de todo el país los que tienen que valorar nuestro trabajo, su opinión seguro que es más interesante que la mía.
De estos cuatro años en la FEMP, como Vicepresidente Segundo de la Junta de Gobierno, ¿qué ha sido lo mejor para usted, lo que más le ha satisfecho?
La principal satisfacción es haber trabajado para avanzar en la defensa de los intereses de los Ayuntamientos ante la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL). Y, por supuesto, ver el grado de compromiso y de consenso en la FEMP ante los temas que teníamos y que tenemos encima de la mesa. El trabajo conjunto y el esfuerzo compartido, en definitiva.
¿Y qué ha sido lo que le hubiera gustado hacer, lo que le hubiera gustado que se hiciera y no ha podido ser?
Sin duda llegar a un acuerdo sobre la financiación municipal. Creo que es el gran tema pendiente para conseguir de verdad los recursos que necesita la Administración Local, que sigue siendo la “cenicienta” del Estado.
Le enumero algunos de los asuntos que de una u otra forma han destacado en la actividad de la FEMP en esta legislatura para que los valore LRSAL; Refugiados; Despoblación; Economía Circular; Violencia de Género; Reinversión del Superávit de las Entidades Locales; Jubilación Anticipada de los Policías Locales; Pobreza Energética; Pobreza Infantil; Sostenibilidad y Movilidad; ODS y Agenda 2030…
Todos estos temas han estado, como no podía ser de otra manera, en la agenda de la Federación, y en algunos casos podemos decir que ha habido importantes avances y que el papel de la FEMP en los mismos ha sido fundamental. Los Ayuntamientos se han implicado en cuestiones de un importante calado político y social como la situación de las personas refugiadas, las ayudas a la pobreza energética, infantil o la lucha contra la violencia de género. Temas muy importantes y prioritarios para la FEMP y las Administraciones Locales, que han dado un paso al frente en estos ámbitos. En cuanto a la reinversión del superávit, ha sido sin duda una buena noticia, porque supuso poder gastar un dinero que los Ayuntamientos teníamos y que estaba bloqueado. Poder empezar a gastar el dinero que teníamos para mejorar la vida de los ciudadanos y ciudadanas es algo positivo y el objetivo es poder continuar por esta senda y poder invertir año a año el dinero con el que contamos en dar respuesta a las necesidades de nuestros vecinos y vecinas.
Tres asuntos, temas, cuestiones, que vienen de largo y que, previsiblemente, aún seguirán “vivos” un tiempo. ¿Cómo valora lo conseguido, o avanzado, respecto a Financiación Local; Competencias de las Entidades Locales; y Constitución y Municipalismo?
Son tres asuntos que han sido protagonistas del trabajo y de la agenda de la FEMP, ya que estamos hablando de temas importantísimos para el municipalismo. La financiación local es una de las grandes asignaturas pendientes y considero positivo que, tal como propone la Federación, una reforma de la Constitución permita regular y garantizar la misma. Hay que acabar con el ‘yo legislo, tú pagas’, que ha obligado a los Ayuntamientos a asumir más servicios sin la financiación correspondiente. Los diferentes Gobiernos del Estado y algunos Autonómicos, cada vez que tienen un problema, se lo pasan al Ayuntamiento de tacón. Cada vez hacemos más y tenemos menos dinero. Este modelo es tóxico, estrangula a la Administración Local. Por eso es necesario tener claras las competencias de los Ayuntamientos y garantizada la financiación para poder desarrollarlas.
En las agendas a futuro, políticas e institucionales, destaca la fecha 2030 (ODS, Agenda Urbana…). ¿Cómo imagina el municipalismo, marcado por esos escenarios, para ese 2030?
Está claro que tiene que haber una transformación importante dentro de las políticas municipales para ir cumpliendo objetivos de cara a ese escenario de 2030. Queda mucho trabajo por hacer para conseguir los objetivos marcados para el horizonte de 2030 en cuanto al desarrollo sostenible, la protección del planeta, la lucha contra la pobreza… Son objetivos prioritarios y 2030 está ahí, tenemos por delante una importante labor por hacer. Pero al final, volvemos al tema anterior, la tragedia es que la mayoría de los Ayuntamientos no pueden dedicar tiempo a planificar el futuro de sus territorios porque apenas pueden levantar la cabeza de los problemas diarios. Tenemos que hacer magia para garantizar los servicios básicos con cada vez menos personal y presupuesto. Por eso tenemos que lograr impulsar un cambio de paradigma: los Ayuntamientos no pueden ser “cenicientas”, tienen que ocupar el papel que les corresponde como la Administración más cercana, la que mejor conoce los problemas y las oportunidades, pero para ello debemos dejar de ser la particular navaja suiza del resto de Administraciones que, cuando tienen un problema, nos lo pasan y a correr.
Finalmente, en el ámbito ya más personal, y político, ¿qué sido lo mejor y lo peor para usted de estos cuatro últimos años?
A nivel personal puedo decir que soy un Alcalde permanentemente insatisfecho, siempre pienso que se puede mejorar, que las cosas pueden hacerse mejor y en esa línea baso mi trabajo siempre. Pero lo peor, con diferencia, ha sido el cierre de la minería y la mal llamada transición energética, que de transición no ha tenido nada. Ha sido un cierre de la minería y de las centrales térmicas que lleva a las comarcas mineras, que llevan décadas sufriendo una crisis endémica, a profundizar aún más en la misma. Una situación que demuestra, además, la falta de una visión generosa y amplia por parte del Gobierno Central y de los Gobiernos Autonómicos para solucionar los problemas de las comarcas mineras. Sigo sin comprender cómo se puede criminalizar el carbón mientras no se le toca ni un pelo al lobby nuclear o se mira para otra parte ante el escándalo de las concesiones hidráulicas, que se han convertido en una forma de expolio del patrimonio público en manos de las eléctricas.
De cara al futuro nuevo mandato en la FEMP, que ya empieza a apuntar en el horizonte, pídale un deseo a ese tiempo que vendrá.
Mi deseo es que la nueva Junta de Gobierno, que nos representa a todos los municipios, sea capaz de conseguir la financiación local que los Ayuntamientos .