El Observatorio de Servicios Urbanos, OSUR, no es más que la pretensión de un conjunto de personas de facilitar a la sociedad española una herramienta útil para valorar la calidad de los servicios públicos municipales en el entorno urbano. Así lo explica su Vicepresidente, Francisco Caamaño, que en su día fue Ministro de Justicia y fundador y también primer Director de la Fundación Democracia y Gobierno Local.
¿Para quién y por qué es importante esta encuesta?
Para que los que tienen que tomar decisiones políticas lo hagan también con elementos de conocimiento, como es la opinión de los ciudadanos. Pero también para poner en valor la importancia que los Gobiernos Locales tienen para los ciudadanos, como primer nivel de Gobierno. Frente a lo que pueda decirse desde otras esferas del Estado o de las CCAA, los Ayuntamientos en términos generales prestan un amplísimo abanico de servicios y lo hacen a unos niveles de satisfacción y de calidad razonables. Lo que dice mucho de los municipios españoles, que en plena crisis y con problemas de déficit, han sido capaces de recortar ese déficit y a la vez seguir prestando servicios a sus ciudadanos.
¿La Administración Local es la que mejor gestiona?
Por lo menos, gestiona bien. Habrá servicios mejor gestionados que otros, pero la valoración es muy razonable, teniendo en cuenta que la encuesta se hizo en verano, en el momento en que los servicios públicos municipales sufren más estrés por el turismo y la saturación de muchos de estos servicios. La realidad nos muestra que los ciudadanos tienen como media una valoración más que aceptable, desde el punto de vista de la satisfacción, y de la calidad de los servicios.
Calidad, eficacia y agilidad… ¿pueden darse estas tres condiciones a la vez con la actual regulación normativa de procedimiento y control?
Este es otro de los elementos que queremos medir, los impactos que algunas regulaciones muy exigentes pueden tener sobre la autonomía local, porque al fin y al cabo gestionar unos servicios públicos locales es una forma también de expresar la autonomía local. Acaba de entrar en vigor la nueva Ley de Contratos del Sector Público y por tanto toda una nueva fórmula de hacer la contratación.
Gestión directa o indirecta. ¿Cuál se ha mostrado más eficaz?
Nosotros no queremos entrar en ese debate, sino únicamente ver si parte de lo que se dice se contrasta con lo que realmente piensan los ciudadanos cuando utilizan un servicio público municipal. Lo que hemos percibido hasta ahora es que lo que le interesa al ciudadano es la calidad, no si la gestión es directa o indirecta, una decisión que dependerá de ciertas circunstancias objetivas que el poder público deberá ponderar en cada caso. Este es el elemento que queremos aportar de reflexión.
En todo caso, ¿qué tendría que mejorar la Administración Local?
Probablemente habrá que introducir algunos elementos de flexibilización importantes, pero no sólo en la Administración Local. Es posible que algunos equipos de gobierno decidan tener más gestión directa y otros más externalizada. Debiera ser fácil el tránsito de un lado a otro y sin embargo, a veces, la legislación dificulta optar por una u otra opción. Por ejemplo, en lo concerniente a los trabajadores. Cuando se produce el fin de un contrato gestionado por una empresa privada y se decide pasar a una gestión directa, ese proceso se ve muy dificultado porque la cesión de los trabajadores es muy compleja, tanto en una dirección como en la otra. El legislador debe ser consciente de esta situación y facilitarla con una legislación más modernizada.
¿Qué esperan de la FEMP?
La idea del Observatorio es hacer esa valoración en términos globales de los servicios públicos prestados por el Gobierno Local e ir aportando cada año alguna pregunta diferente de interés y por eso hemos querido contar con la FEMP. A partir de los resultados de esta encuesta que las “inteligencias” del país realicen las valoraciones que estimen oportunas.