Por eso, desde el primer momento de esta nueva etapa, la FEMP ha adoptado una actitud reivindicativa: defendemos una reforma constitucional, la derogación de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, una nueva normativa que regule adecuadamente la financiación local y la participación de la Federación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Y todo ello, desde la lealtad institucional, la misma que la propia Administración Local ha venido manteniendo a lo largo de los pasados cuatro años, en los que la crisis nos obligó a redoblar esfuerzos, a mantener los servicios a nuestros ciudadanos y a buscar soluciones para seguir dando cobertura a sus demandas crecientes porque, precisamente ellos, los ciudadanos, fueron los que afrontaron esta situación con mayor valentía y en las condiciones más difíciles.
Ahora, cuando ese esfuerzo municipal se ha traducido en cifras de superávit, en haciendas locales más saneadas y en Ayuntamientos que son modelos de gestión, es el momento de insistir: si en la escasez lo hicimos bien, en la holgura lo podemos hacer aún mejor. Y por eso vamos más allá y no sólo pedimos más medios: reclamamos respaldo normativo, e incidimos en cuestiones que son básicas, como la flexibilización del techo de gasto, y la consideración de que son las cifras presupuestadas, y no las realmente ejecutadas, las que han de tenerse en cuenta para el cálculo de esta variable.
Por eso, desde aquí, desde esta tribuna, llamo a todos, Alcaldes y Alcaldesas, a participar en el trabajo de la Federación, a exigir con argumentos el reforzamiento de nuestras Administraciones Locales y, en definitiva, a reivindicar un papel protagonista para la política local.
Abel Caballero Álvarez
Presidente de la FEMP