La buena sintonía de ese encuentro fue precedida por otro, igualmente cordial y productivo, mantenido con el Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Alvaro Nadal, sobre un tema que nos preocupa especialmente a los responsables locales: la pobreza energética. Desde los Ayuntamientos sabemos que no se puede vivir sin gas ni electricidad, y también conocemos a las familias que viven con el riesgo de quedarse sin suministro porque su vulnerabilidad económica impuesta por la crisis les aboca al impago de las facturas. Por eso le pedimos al Ministro que no se permita ningún corte sin el preceptivo informe de los servicios sociales municipales, propuesta que el Gobierno asumió en todos sus extremos y como tal debe quedar materializada en estos días. Somos muchos los Ayuntamientos que ya damos cobertura económica a familias en esa tesitura tan difícil, porque ser responsable local conlleva un compromiso con los ciudadanos que asumimos como deber. Siempre lo hemos hecho, y siempre desde la lealtad institucional por la que, además, nos obligamos a ser buenos gestores.
Y ahora le llegará el turno a nuestra gran reivindicación, a nuestra histórica demanda: la financiación local. Cuando los datos de deuda del tercer trimestre de este año nos dan argumentos para pensar que cerraremos el ejercicio con un porcentaje que se acercará más a los objetivos de 2017 que a los 2016, hemos vuelto a recordar al Ejecutivo que queremos ser los dueños de nuestros ahorros, los responsables de nuestro superávit. Y también que queremos una nueva financiación justa y acorde con la realidad que vivimos. En lo uno y en lo otro también vislumbramos avances en la buena dirección, el Gobierno, de hecho, ha abierto la puerta al estudio de nuestras demandas desde una comisión cuatripartita en la que, confío, el criterio local acabará imponiéndose porque es el más sensato y eficaz.
Buenas noticias por tanto para terminar el año. Diciembre ha sido un mes de actividad intensa, y 2017 se perfila en línea similar. Es el deseo de la FEMP que sea un buen año para todos, pero sobre todo, para el municipalismo. Desde aquí, a todos y a todas, Feliz Año Nuevo.