A día de hoy están pendientes de avance nuestras propuestas para inversión de superávit, la trasposición a normas de los acuerdos técnicos alcanzados en regla de gasto, las posibilidades de resolver o atenuar los elevados intereses con los que las entidades bancarias gravan nuestros depósitos o la adaptación a las diversas sentencias de la ley en la que se regula las plusvalías, entre otras muchas cuestiones.
La llegada de 2020, ese año que fue el horizonte -ahora pospuesto diez años más- fijado para alcanzar objetivos de sostenibilidad planetaria y de freno al cambio climático, se ha convertido ahora en el momento improrrogable para empezar a actuar. Y ahí, desde lo local, pueblos y ciudades ya hemos comenzado nuestras intervenciones, sabedores conscientes de que los retos globales se abordan desde las actuaciones y soluciones locales. Y ese papel, esa responsabilidad insustituible se ha evidenciado en Madrid, en el marco del COP25, donde la FEMP ha estado presente y donde los Gobiernos Locales españoles y de otros países han mostrado que, en la lucha contra el cambio climático, ya llevan andados muchos pasos.
Las prioridades económicas y medioambientales están en la hoja de ruta de nuestro mandato, aunque no son las únicas. Junto a ellas hay otras por las que la FEMP, como espacio de representación y consenso que es desde hace casi tres décadas, va a trabajar desde las Comisiones y Secciones que muy pronto quedarán plenamente constituidas. Y así, seguiremos avanzando en otras materias que también son prioritarias para nosotros, materias en las que estamos desde el principio, emergencias sobre las que alertamos, trabajamos y actuamos, porque estamos con la España que se despuebla, con los mayores que precisan atención y espacios adaptados, con los jóvenes, con las mujeres que sufren maltrato y con quienes se dirigen a sus Ayuntamientos o Diputaciones para manifestar inquietudes, preocupaciones o demandas. Ese será nuestro día a día también en 2020. Feliz nuevo año para todos.