FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS
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Durante cuarenta años hemos viajado juntos. Para algunos, muchos, es toda una vida; para otros, una buena parte de ella. Para los que hemos conocido el antes y el después de aquel 6 de diciembre de 1978, el marco de expectativas de libertad y democracia es ncomparable.Tenemos una gran Carta Magna, elaborada con inteligencia y con sentido de Estado. Y así lo hemos reconocido ciudadanos e instituciones en este camino de cuatro décadas en el que el sistema democrático español se ha hecho firme.
Ayuntamientos, Diputaciones, Cabildos y Consejos Insulares fuimos reconocidos como Estado en este texto; y también fue reconocida nuestra autonomía como Administración. Ahora, ha llegado el momento de ir más lejos. A efectos de Gobiernos Locales, el texto constitucional redactado en 1978 fue adelantado y previsor. En su marco se elaboraron las dos normas que, con sus modificaciones, han marcado el día a día de la Administración Local: la Ley de Bases de Régimen Local –a cuyo amparo se creó la FEMP- y la Ley Reguladora de las Haciendas Locales.
Pero hay que ir más allá. A día de hoy, gestionar un Ayuntamiento no es sólo gestionar servicios de proximidad. La participación ciudadana se ha abierto camino como fruto de esa proximidad y de la irrupción del principio de transparencia. Las nuevas tecnologías son las herramientas, útiles y accesibles, que lo canalizan. Y en este marco, la atribución de competencias y recursos a los Gobiernos Locales se impone como el mecanismo definitivo que puede dar acceso a los servicios, la participación y la transparencia. Si la Constitución se hubiese escrito en los últimos veinte años, es muy probable que estas competencias y recursos hubieran quedado recogidos. Ahora es necesario incorporarlos, con el mismo consenso que se alcanzó en 1978 y con una urgencia casi idéntica.
A esa proximidad y apertura, y ante nuestra demanda de reconocimiento de competencias y recursos, los Gobiernos Locales aportamos buen hacer y compromiso, el compromiso que tenemos contra la violencia de género que nos lleva a guardar un minuto de silencio en cada reunión de la Junta de Gobierno, a trabajar en colaboración con cuantas instituciones del Estado actúan en este ámbito, a respaldar declaraciones institucionales en días tan especiales como el 25 de noviembre y a estar, todos y cada uno de los días, al lado de las víctimas.
