Además, bajo el paraguas de otro fondo, el Fondo Social, destinado a las Comunidades Autónomas, las Entidades Locales van a poder percibir, como desde la FEMP hemos venido reclamando, aquellas cantidades que han venido destinando a la prestación de servicios sociales, educativos o sanitarios competencia de las CCAA, pero que han estado prestando las Entidades Locales sin financiación para ello. A este mismo fin obedece la creación del Registro Electrónico de Convenios entre CCAA y EELL, en el que se incorporarán los convenios y transferencias de gasto social entre CCAA y EELL, y que está destinado a facilitar el cumplimiento de la garantía de cobro introducida por la LRSAL en el artículo 57 bis de la LRBRL, a través del procedimiento de retención previsto en el propio RDL.
Junto con los fondos citados, este texto normativo da cumplimiento a otra de las reivindicaciones de nuestra Federación: poder invertir nuestro superávit. Precisamente este mes de diciembre conocíamos que en los nueve primeros meses del año, el sector local había acumulado un saldo positivo de 4.734 millones de euros.
Con ello volvía a confirmarse el buen hacer de esta Administración y regresaba de nuevo nuestra petición de destinarlo a todas esas actuaciones clave para las economías de nuestros territorios. Y el Real Decreto-ley traía la respuesta prorrogando un año más las posibilidades de invertir ese superávit, no sólo ya en amortización de deuda, sino también en actuaciones financieramente sostenibles, una medida que permitirá a nuestros Ayuntamientos convertirse en motores de la recuperación y que representa toda una inyección de optimismo.
Las medidas aprobadas se completan con una más: la ampliación a diez años (120 meses) del periodo para devolver la liquidación negativa por la Participación en los Ingresos del Estado de 2013, un mecanismo cuya utilidad y favorables consecuencias para la liquidez ya han quedado demostradas con las medidas similares aplicadas para los reintegros de los saldos negativos similares correspondientes a ejercicios económicos anteriores.
De estas iniciativas, y también de las preguntas y respuestas formuladas y emitidas ante las dudas que pudieran plantearse, damos cumplida cuenta en este número de Carta Local, en el que también dedicamos unas páginas especiales a la Central de Contratación, el instrumento que la FEMP pone a disposición de sus asociados para hacer más sencilla y económica la contratación de bienes, servicios y suministros y que, además, amplía cada día su abanico de servicios ofertados.
Iñigo de la Serna Hernáiz
Presidente de la FEMP