En primer lugar, un nuevo modelo económico, el circular, basado en el aprovechamiento de los residuos y su conversión de nuevos recursos, como alternativa al modelo lineal y consumista, que sobre el principio de “usar y tirar”, está agotando los recursos del planeta e invadiéndolo con residuos contaminantes. En París, en 2015, se sentaron las bases, y en Sevilla, marzo de 2017, se consolidaron con el compromiso de las ciudades por la economía circular, un compromiso impulsado por la FEMP que abre el camino a la implantación de fórmulas de gestión absolutamente sostenibles en nuestros territorios.
En segundo, nuestro sistema de financiación local, tanto el que ya se trabaja en la Comisión de Expertos como el que queremos asegurar dando un destino útil y eficiente a nuestro superávit y revisando nuestra regla de gasto. Conseguir resultados favorables marcará nuestros presupuestos futuros y, con ello, los servicios y los compromisos que podemos asumir con los ciudadanos. En definitiva, sembrará las bases de un sistema diferente y más realista.
Hemos visto más momentos como éstos, y de ello nos da fe el recorrido a lo largo de 300 pasos, esos 300 números de Carta Local que han recogido, con diversos formatos y diferentes diseños, asuntos y reivindicaciones que, a veces de forma diferente y otras no tanto, la FEMP ha venido planteando desde 1990. Ahora, 27 años después, al mirar atrás, descubrimos que, de forma más sostenible, con unas cuentas más saneadas, con Corporaciones más participativas y en entornos más globalizados, seguimos reclamando Ayuntamientos suficientemente financiados, autónomos, capaces y eficientes. El superávit local, el techo de gasto y otros términos impensables en 1990, van paralelos, sin embargo, al llamamiento generalizado de la FEMP a los Alcaldes (como en aquella Asamblea General Extraordinaria de 1993) o a sus representantes en todo el territorio. La FEMP utilizó su potencial entonces y ahora lo hace de nuevo. Porque la política real es la política local, porque la política real está en la política local.
Son esos puntos de inflexión los que construyen nuestra historia. Y algunos están ahí, en las siguientes páginas. Bienvenidos a la lectura del número 300.