FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

El informe analiza los avances realizados en la aplicación práctica de los PMUS, en la coordinación o colaboración con empresas en la elaboración de Planes de Movilidad en Empresas y en la definición del papel y responsabilidades de los Gobiernos Locales en el impulso del vehículo eléc­trico. Al mismo tiempo, incluye una recopilación de buenas prácticas y de experiencias que ya se están desarrollando en diferentes ciudades y en diferentes empresas, junto con distintos proyectos piloto para fomentar el uso del vehículo eléctrico.

 

Uno de los factores más característicos de los PMUS es que en su elaboración se tienen en cuenta de manera integral tanto factores sociales, económicos como medioambientales, y su implantación consigue un impacto positivo contrastado en la disminución de emisiones contaminantes y en ahorro energético. Las previsiones apuntan a una reducción de 160 Kg de CO₂ por habitante gracias a la implantación de estos planes en España, así como como un ahorro energético de 23,54 Tep por habitante y año.

 

El trabajo realizado por los técnicos de la Red de la FEMP, con la colaboración de otros técnicos y representantes políticos de casi cincuenta Ayuntamientos de toda España, señala que las medidas que las principales medidas contenidas en los planes son las relacionadas con la concienciación y la participación ciudadana (16,2 %), el transporte público (14,6 %), la gestión de la red viaria (14,1 %) y la gestión de aparcamientos (12,9 %). También son relevantes las que tienen que ver con la movilidad ciclista (10,3 %) o la movilidad peatonal (10,8 %); en menor medida, se incluyen actuaciones relacionadas con la propia gestión de la movilidad (9,9 %), la gestión de la carga y descarga de mercancías (7,4 %) y la gestión de flotas (3,9 %).

 

En cuanto al grado de implantación de las medidas de actuación, el 31,7% está finalizado, el 367% en fase de implantación y el 31,5% restante, pendiente. Los capítulos de movilidad peatonal y movilidad ciclista son los que muestran un nivel más avanzado en su desarrollo, por encima de 80%, aunque es en el transporte público, la gestión de aparcamientos y la concienciación ciudadana, junto a la movilidad ciclista, donde se producen mayores porcentajes de finalización de medidas. Por el contrario, las medidas relativas a la gestión de carga y descarga, de flotas y gestión de la movilidad, son las menos avanzadas.

Movilidad en las empresas

Al igual que en el caso de los PMUS, los Planes de Movilidad en Empresas (PME) tienen el objetivo de fomentar hábitos de desplazamientos más respetuosos con el medio ambiente, mejorando las pautas de movilidad de acceso a los centros de trabajo. Aunque las actuaciones se concentran en un punto concreto, el lugar de trabajo, los beneficios de la aplicación de los planes impli­can una mejora integral en la movilidad de los núcleos urbanos, además de una serie de ventajas para la propia empresa –mayor productividad-, sus trabajadores –mayor calidad de vida y reducción de costes de desplazamientos- y la sociedad –reducción de impactos ambientales, ahorro energético, etc.-.

De las respuestas obtenidas en las encuestas realizadas a las ciudades de la Red Española de Ciudades por el Clima, se infiere que en la actualidad el número de municipios que han coordinado o colaborado en la elaboración de PME es reducido, solamente en un 14 %. El documento pone de manifiesto la dificultad que conlleva la puesta en práctica de estas medidas, ya sea por falta de presupuesto, dificultad de coordinación en su realización o falta de concienciación.

 

Para contrarrestar estas dificultades y barreras anteriormente existen varios mecanismos de fo­mento de los PME en los Gobiernos Locales; entre otros, aplicación de incentivos fiscales, realización de campañas educativas y de concienciación, aprobación de normativa y legislación o mejora de la organización municipal y la cooperación institucional entre administraciones, además de incentivos económicos.

 

En cuanto a la tipología de los PME elaborados y desarrollados en los municipios españoles, la mayoría co­rresponden al ámbito de centros de empresas, ya sean empresas individuales o polígonos industriales y comerciales, seguidos por planes en el ámbito municipal, principalmente en Ayuntamientos y, menos, en empresas mu­nicipales. En último término se sitúan los PME desarrollados en campus universitarios y hospitales.

 

El transporte público, la movilidad ciclista y la gestión de aparcamientos son las medidas más frecuentes e importantes incluidas en los PME, en las que también destacan las que tienen que ver con el vehículo privado (14,3 %), la movilidad peatonal (13,1 %) y las políticas de empresas (13,1 %). El escaso grado de implantación de las actuaciones incluidas en los PME queda patente con el dato de que más del 70% de las medidas se encuentran aún pendientes de aplicarse.

El informe destaca la necesidad de contar, para la correcta organización del proceso de implantación, con la figura del Gestor de la Movilidad de la Empresa, nexo de unión entre todos los agentes implicados. En un 13 % de los PME desarrollados en los municipios de la Red se ha identificado a un Gestor de la Movilidad para la gestión eficiente del proceso. Del mismo modo, hace hincapié en la concienciación y participación de los trabajadores de la empresa.

 

Vehículo eléctrico

La movilidad eléctrica es una alternativa al vehículo de combustión interna tradicional como nueva forma de transporte, contribuye a reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera y nuestra dependencia energética exterior. Sin embargo, por ser una tecnología emergente, es necesario determinar el impacto de la incorporación masiva de vehículos eléctricos, así como las barreras y oportunidades que conlleva.

 

El proyecto MOVELE, que surgió precisamente para demostrar la viabilidad técnica, económica y energética de la movilidad eléctrica, consiguió en 2011 introducir 1.530 vehículos en las carreteras españolas y la instalación de 472 puntos de recarga distribuidos en 54 municipios españoles. El objetivo final es mucho más ambicioso, puesto que pretende llegar a los 250.000 vehículos eléctricos en 2014.

 

Los Gobiernos Locales tienen mucho que decir y hacer para facilitar el desarrollo e implantación del vehículo eléctrico, pero es un proceso todavía incipiente si nos atenemos a los datos del informe de la FEMP: sólo un 16,7 % de los municipios han comenzado a aplicar medidas en esta materia.

 

Entre estas medidas, las más numerosas e importantes afectan a la fiscalidad municipal y están dirigidas a establecer bonificaciones en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) para los vehículos eléctricos. En menor medida, existen actuaciones que otorgan privilegios al vehículo eléctrico para aparcar en zonas azules o zonas verdes.

 

Los Ayuntamientos también han comenzado a renovar las flotas municipales y de servicios urbanos con la adquisición de vehículos eléctricos y han acometido varios proyectos piloto, ligados en su mayoría a infraestructuras de recarga. En estos momentos, existen de media 5 puntos de recarga lenta instalados en aquellos municipios que ya están inmersos en el fomento de vehículo eléctrico.

 

Junto a estas medidas, en algunas ciudades ya se aplican bonificaciones en aparcamientos y, si bien no existen ordenanzas que traten de manera integral la movilidad eléctrica, se han incluido en las ya existentes algunos aspectos relativos al vehículo eléctrico, como puede ser la regulación de las ventajas fiscales aplicadas.