FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

 

“También la lluvia”, su última película, rodada en Bolivia, relata la historia de un rodaje muy accidentado en la misma región ¿Conjurando algún fantasma?

Afortunadamente la nuestra salió mejor, al menos conseguimos acabarla, no como los protagonistas. Cuando empezamos íbamos con respeto, porque suponía trabajar en un país lejano, con una industria cinematográfica menor que la española, y nos sorprendió muy gratamente encontrar un equipo de profesionales como el que nos encontramos. La colaboración fluida con las instituciones y no tener problemas con el clima nos permitió sacar adelante un rodaje complejo

¿A lo largo de su carrera ha tenido alguna vez un rodaje tan difícil como el que tuvo Costa, el protagonista de la película?

No, nunca, pero es que Costa se metió en un jardín… Que te estalle un conflicto civil, y que el protagonista de tu película y los figurantes indígenas estén metidos en ese conflicto, es mucha mala suerte. En realidad ha pasado, pero no a mí; yo he tenido problemas pero nunca me he visto en semejante avispero…

¿Cómo se ve lo de ser la película seleccionada por España para competir en la carrera de las candidaturas a los Oscar a película extranjera?

Es una carrera muy larga todavía, aun así estoy recibiendo felicitaciones hasta de familiares que no conocía; es fantástico que la Academia y quienes la han visto la hayan votado, porque  se trata del voto de los compañeros del cine y sitúa a la película como una de las interesantes del año.

Vicepresidenta de la Academia de Cine, a la vista de las películas producidas en España, ¿qué se puede decir del momento del cine español?

Cada año surgen entre cinco y diez películas buenas, bien sea por éxito de taquilla, dentro o fuera de España o por reconocimiento en festivales; en 2010 ha habido películas muy buenas, como la de Alex de la Iglesia, doblemente premiado en el Festival de Venecia; o Rodrigo Cortés, con su “Buried” (Enterrado), muy reconocida en Sundance y premiada en varios foros. Junto a estas películas especiales, diferentes, en España hay otras muchas que llaman menos la atención, y lo mismo ocurre en Italia, Francia o incluso en Hollywood; hasta ahí, somos todos muy parecidos.

Sin embargo, desde otro punto de vista, el cine español siempre está buscando convertirse en una industria –no un cultura industrial-, que la financiación no pase por subvenciones sino por desgravaciones fiscales, que haya una “manera industrial” de hacer cine. En EEUU el cine es la segunda industria nacional, “vende país” y arrastra a otras industrias; en España seguimos viéndolo como algo artístico y nos falta la decisión para actuar y solucionar la dependencia económica del Estado.

¿En qué aspecto son punteros los cineastas españoles?

Los españoles hacemos con poco dinero cosas que fuera hacen con muchísimo más.

¿Qué le falta a la industria cinematográfica?

Le falta estructura industrial, inversores, y que internet sea un lugar donde ver películas pero también donde recuperar dinero, un sistema con páginas legales para ver películas cómodamente y a precio razonable.

Dirigir películas da experiencia en gestión de recursos humanos, presupuestos, tiempos. Con toda esta experiencia, imagínese de Alcaldesa ¿qué haría?

Lo primero, estudiar cómo se hace, ponerme las pilas, escuchar a la gente, ver otras ciudades… debe ser muy bonito si tienes posibilidades de hacer algo y ganas de mejorar. Yo, como tengo hijos, suelo echar de menos recursos como parques, bibliotecas, espacios para recorrer cómodamente con el carrito y cosas que ofrezcan posibilidades a la “población pequeña”; si nos olvidamos de los niños las ciudades se vuelven muy inhumanas.