El desplome de la inversión, tanto pública como privada, y el aumento del IVA son dos factores que han mermado considerablemente la actividad cultural en nuestro país y están poniendo en dificultades a las organizaciones e instituciones culturales, según los participantes en el encuentro, organizado por la Fundación Contemporánea con la colaboración y el apoyo de varias instituciones públicas y organizaciones privadas, entre ellas la FEMP. A pesar de ello, la crisis ha generado también proyectos muy interesantes llevados a cabo casi sin dinero.
En esta edición de Pública 14, celebrada como en años anteriores en la sede del Círculo de Bellas Artes de Madrid, participaron más de 700 personas, la mayoría promotores y gestores culturales del sector público y privado. Se desarrollaron más de sesenta actividades en forma de talleres, mesas redondas, talleres, encuentros, presentaciones, visitas profesionales, asesoramiento, coworking, crowdfunding, etc. En ellas se abordaron, entre otros, las políticas y modelos de promoción, la financiación de proyectos, el mundo digital, la creación de públicos o el desarrollo profesional. También se produjeron debates sobre la promoción de creadores, el apoyo a emprendedores y sobre los distintos modelos de gestión de la cultura en los países de nuestro entorno.
Como representante de la FEMP, intervino Juana Escudero, de la Dirección General de Políticas Locales, para explicar el proceso de cooperación promovido por la FEMP, mediante la creación por gobiernos locales de una red de observatorios y laboratorios culturales, que cristalizó en la construcción de un sistema de indicadores para la evaluación de las políticas culturales locales y su publicación en una Guía para la evaluación de las políticas culturales locales.
Escudero defendió el trabajo en red porque, además de generar economías de escala, permite compartir medios y conocimientos, así como un fortalecimiento de las relaciones, que proporcionan beneficios a todos los participantes, al tiempo que permiten acceder con más facilidad a las redes profesionales y a grupos con intereses comunes, dispuestos a colaborar en el ámbito laboral. Esta última faceta es importante porque, a su juicio, es necesaria una mayor vertebración de los sectores profesionales (redes culturales, bibliotecas, de contratación, etc). Junto a ello, las redes proporcionan un sentido de pertenencia que refuerza la identidad y facilita la comunicación y la cooperación entre sus miembros y operan como una herramienta extraordinariamente valiosa para superar las dificultades derivadas de la dispersión y la atomización de los gestores y actores de la cultura local.
En esta edición, tuvo una relevancia especial la internacionalización. Muchos de los talleres y mesas redondas estuvieron guiados por profesionales procedentes de instituciones como la Tate de Londres, del Centre for Contemporary Art, Architecture and Design de Praga, de la Filarmónica Checa, del Gaîté Lyrique de París o del del Museo Universitario del Chopo de México.