FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

25 Abril 2024

Parques científicos y tecnológicos: herramientas para el desarrollo local al alcance de los municipios.

Los parques científicos y tecnológicos pueden ser las herramientas que los municipios necesitan para promover un desarrollo local que de lugar a un desarrollo regional, nacional e incluso internacional. Para ello, los municipios deben trabajar en conseguir unas condiciones favorables a la implantación de un parque científico y tecnológico o colaborar con los Ayuntamientos que están desarrollando parques.



Para que una zona sea proclive a desarrollar con éxito un proyecto de parque, necesita reunir, entre otros, los siguientes requisitos: concentrar una población mínima de entre 100.000 habitantes; contar con unas buenas infraestructuras de comunicación; disponer de una Universidad próxima; existencia de una oferta de servicios tales como guarderías, bancarios, instalaciones deportivas y de ocio o servicios médicos; y contar con infraestructuras que promuevan el desarrollo emprendedor: incubadoras, Centros Europeos de Empresas e Innovación (CEEIs), escuelas de empresas, etc.

Al mismo tiempo, es aconsejable la existencia de medidas administrativas que favorezcan y agilicen el desarrollo de infraestructuras de apoyo a la I+D y desarrollo empresarial. Además, los parques son foco de ubicación de las empresas innovadoras, sobre todo por las infraestructuras que éstos le ofrecen y por el contacto con las  infraestructuras de I+D que en ellos se ubican (OTRIs, Grupos de Investigación, Centros Tecnológicos, etc.).

La construcción de un parque en una región suele imprimir un gran empuje a la economía de la zona y es por ello que 17 Comunidades Autónomas cuentan ya, al menos, con un parque. Este empuje suele traducirse en el aumento de número de puestos de trabajo, la mayoría de alta capacitación, mejora de la calidad del mismo, dinamización de los sectores empresariales, atracción de capital, creación de empresas de base tecnológica, aumento de la inversión en I+D, en definitiva diversifica la economía y suele crear alrededor de él un entramado de empresas de servicios para el parque que cambia radicalmente la estructura inicial de la economía de la zona.

Sin embargo, la puesta en marcha de un parque científico y tecnológico es lenta y cuenta con unos plazos que oscilan entre los 5 y 8 años. Esto se debe fundamentalmente a la existencia de barreras técnicas y administrativas procedentes de las administraciones competentes en la zona en la que se va a poner en marcha el parque.

Una de las principales carencias con las que cuentan los parques es la dificultad que tienen en la reclasificación de terrenos necesaria para construir un parque, lo que da lugar a que se alargue la primera etapa de desarrollo de un parque.
Es decir, a la hora de construir un parque, los gestores del mismo deben trabajar coordinadamente con Ayuntamientos, Diputaciones y Comunidades Autónomas, para las labores administrativas de licencias, planes parciales, etc. y es en esta fase donde más se alarga el periodo de gestación de un nuevo proyecto de parque.
Por este motivo, el reciente convenio que se ha firmado entre APTE y FEMP es de gran importancia para agilizar el desarrollo de los parques y también va a servir para analizar las barreras existentes al desarrollo de los parques dentro de una adecuada ordenación del territorio. Es decir, no es necesario que todos los Ayuntamientos tengan su parque, pero si puede ser muy interesante que propicien los requisitos necesarios para la creación de un parque o aquellos Ayuntamientos que tengan menos de 100.000 habitantes desarrollen un CEEI y que trabajen en cooperación con el parque más cercano ofreciéndoles servicios de innovación y transferencia de conocimiento. En definitiva, creando entre ellos sistemas proclives al desarrollo de la innovación y la competitividad.

Para facilitar esta actuación, APTE fomenta la colaboración entre los parques para que la experiencia de las tecnópolis consolidadas pase a los parques que se están desarrollando en estos momentos y éstos aceleren su ciclo de desarrollo. Además, realiza una gran número actividades para difundir su importancia, como proyectos, alianzas, jornadas y su anual Conferencia Internacional y utiliza sus herramientas de comunicación para este fin: su página web (www.apte.org), su revista trimestral (APTE TECHNO), su edición anual del Directorio de Empresas e Instituciones, así como la elaboración de material bibliográfico y divulgativo.

Por otro lado, cuenta con la Red de Técnicos de APTE, constituida por los técnicos de los parques en funcionamiento, para fomentar la colaboración empresarial, ofreciendo a las empresas la posibilidad de registrarse en un portal (www.apte.org/rtt) donde publicar sus ofertas y demandas de colaboración que serán vistas por más de 4.000 empresas de dentro y fuera de los parques. También ofrece la participación en los encuentros empresariales que organiza la Red y la posibilidad de participar en los encuentros empresariales locales que organizan los parques que están en la Red, así como en encuentros empresariales organizados según las demandas específicas de un grupo de empresas.

Todo ello, por supuesto, con el acceso a toda la información que necesiten sobre las empresas ubicadas en los parques que no se encuentre inscritas en la Red y con las que deseen mantener un primer contacto.

Además, APTE está calificada como Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) y por este motivo también fomenta la colaboración empresarial entre las empresas y las instituciones de I+D. Para llevar a cabo este objetivo, recopila, elabora publicaciones y ofrece a través de la Web (www.apte.org apartado Servicios de APTE) toda la información disponible del centenar de infraestructuras de I+D existentes, tales como centros tecnológicos, grupos y laboratorios de I+D y la difunde a todas las empresas de los parques. Asimismo gestiona todas las ofertas y demandas de colaboración entre las empresas y estas entidades de I+D.
 
Felipe Romera, Presidente de APTE

Felipe Romera, Presidente de APTE

Carta Local nº 377, marzo 2024.pdf