FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

19 Noviembre 2024

“Es fundamental que las ciudades tengamos acceso directo a la financiación europea”

Las ciudades han sido protagonistas silenciosas de la respuesta a la pandemia. Así lo considera Javier Ayala, Presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la FEMP y Alcalde de Fuenlabrada, un municipio que como muchos otros de España y Europa tuvo que “reinventarse” cuando un fuerte brote obligó a poner el presupuesto municipal al servicio de la Sanidad. A su juicio, es fundamental que la voz de las ciudades quede reflejada en el presupuesto de la UE y en los fondos del Plan Europeo de Recuperación frente al COVID-19.



Desde la Comisión de Relaciones Internacionales de la FEMP y de organizaciones como EUROCITIES hemos trasladado a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo las preocupaciones y necesidades de los municipios españoles. Es fundamental que la voz de las ciudades quede reflejada en el presupuesto de la Unión Europea y en los fondos del Plan Europeo de Recuperación frente al COVID-19. 

¿Qué ha echado de menos? ¿Qué le hubiera gustado que se hiciera? 
 
Lo que estamos viviendo es absolutamente nuevo para todos y, por eso, vamos aprendiendo de manera continua. Con toda seguridad, hay cosas mejorables, pero lo que nos enseña esta crisis es que la coordinación entre las ciudades es fundamental. Aunque ya tenemos herramientas para el encuentro, es necesario profundizar en los mecanismos de colaboración que nos permitan, por ejemplo, coordinar políticas y respuestas comunes a situaciones de crisis. 
 
Asimismo, el resto de Administraciones deben comprender que los Ayuntamientos jugamos un papel fundamental para el bienestar y protección de nuestros ciudadanos y ciudadanas, de ahí que deban favorecerse mecanismos que nos den un papel más relevante en el diseño y toma de decisiones, así como la obtención de los recursos adecuados para poder aplicar las políticas propuestas. 
 
Ante situaciones compartidas, ¿qué medidas comunes? 
 
A grandes rasgos los problemas a los que nos enfrentamos son comunes y, por lo tanto, las respuestas también deberían ser similares. Todos podemos hacer referencia a algún tipo de singularidad como el tamaño de nuestro municipio o carácter rural, urbano o metropolitano pero las dificultades a los que nos enfrentamos frente a la crisis sanitaria son comunes: la salud y los recursos para proteger a nuestros vecinos y vecinas, especialmente dotándonos de mecanismos y recursos adecuados de prevención; la educación segura para luchar contra la desigualdad con los recursos adecuados y suficientes, la promoción de la actividad económica y los recursos de protección social necesarios para que nadie pueda sentirse desprotegido ni quedarse atrás. 
 
Van a llegar fondos europeos, ¿hay o debería haber una posición común de las ciudades para su adaptación al nuevo tiempo? 
 
En primer lugar, es fundamental que las ciudades tengamos acceso directo a la financiación europea. Tenemos la experiencia y somos las Administraciones más cercanas y las que mejor conocen las necesidades de la ciudadanía. Pero no se trata solo de percibir esos fondos, sino también de tener mayor peso y capacidad de decisión en la gestión de esos fondos para la recuperación. Creo que existe una posición común respecto a eso, como también en que esos fondos nos deben permitir ayudar en la reactivación económica y social, la recuperación del empleo, la lucha contra el cambio climático y por impulsar una economía digital y sostenible.
 
Hemos debatido aquí en Carta Local sobre cómo deberían ser las ciudades post-COVID. A su juicio, ¿qué cuatro escenarios o ámbitos tendrían que cambiar y cómo a nivel global y, de forma concreta, en el caso de España? 
 
Sin duda uno de ellos será el modelo urbanístico de las ciudades, puesto que el objetivo será tender a modelos que brinden más espacio para las personas tanto en el ámbito público como en el privado. Muy estrechamente vinculado a ese modelo urbanístico se encuentra la movilidad, que también experimentará profundas modificaciones que permitan dar mayor protagonismo al peatón y a la bicicleta, así como a un transporte público menos masificado, lo que precisará de inversiones importantes. La necesidad de incidir en la transformación digital y en profundizar en nuestros sistemas de protección social son otros ámbitos en los que estoy convencido que se producirán cambios. 
 
Para España, además de los anteriores, incluirá una cuestión crucial. Aunque no es una cuestión que dependa directamente de los Ayuntamientos, la COVID-19 nos ha mostrado que necesitamos más Estado de Bienestar, más inversión en Sanidad y en servicios públicos como la Educación. Más Estado del Bienestar y no menos: esa debería ser otra gran transformación. 
 
En ese mismo contexto, la FEMP ha planteado en el marco del CMRE compartir la estrategia de las cuatro “ESES” para las ciudades: saludables, seguras, sostenibles y sociales. ¿Será posible, se pasará de las palabras a los hechos? 
 
Debería serlo. Insisto en que la pandemia ha demostrado falsas esas teorías que planteaban que había que reducir los recursos públicos para servicios esenciales que aseguren la protección de la ciudadanía no solo en momentos de crisis como la que hemos vivido, sino ante amenazas como el cambio climático o las desigualdades. 
 
¿Y qué hace falta para conseguirlo, cómo se hace? 
 
Hace falta voluntad y valentía para dejar a un lado los intereses partidistas y centrarse en cuáles son los problemas de los ciudadanos y las ciudadanas. Insisto, la pandemia nos ha demostrado que, frente a un modelo inversión pública en cuestiones básicas: Sanidad, Educación, desarrollo de políticas sostenibles, protección social y lucha contra la desigualdad. 
 
Nos hemos estado “moviendo” en el ámbito europeo, hablemos globalmente, siempre en el ámbito de los Gobiernos Locales. ¿Ha fluido el intercambio de información, de experiencias? ¿Cree que ha habido una cierta estrategia común o que cada cual ha ido por su lado? 
 
Quizá a un nivel inferior que en el ámbito europeo, pero también ha existido un cierto intercambio de experiencias; todo el que una situación como esta, en la que había que atender emergencias cada día, permitía. Al igual que sucede en el seno de la UE, debemos seguir trabajando en los mecanismos de coordinación entre las políticas a nivel local, nos queda un largo camino por recorrer, pero las ciudades aprendemos rápido por un motivo fundamental: nuestras políticas, nuestras respuestas van a lo concreto, a solucionar problemas concretos que detectamos en nuestras ciudades y el impacto de esas medidas se puede ver, por lo que la experiencia de otras ciudades siempre es muy valiosa.
 
En ese mismo marco global, ¿cómo debería pensarse o trabajarse el día después? ¿Haciendo qué y cómo? 
 
Creo que la pandemia de COVID-19 ahora y antes la crisis económica del 2008 han demostrado la debilidad de las bases de nuestro Estado de Bienestar. Todos los grupos políticos debemos trabajar conjuntamente para sentar las bases que definan los servicios públicos esenciales. En estas crisis hemos vivido en primera persona los resultados de años de recortes en los servicios básicos. Estamos obligados a garantizar recursos suficientes a la sanidad, la educación y la investigación científica. También debemos trabajar para diversificar nuestra actividad económica. No podemos seguir siendo dependientes del turismo o de la construcción debemos dotarnos de una de estado del bienestar en retirada, necesitamos mayor base productiva más sólida y diversa. La innovación, la investigación y el desarrollo científico deben ser las palancas sobre las que construyamos nuevas y más diversas actividades productivas. Los fondos extraordinarios que está movilizando la Unión Europea y el Pacto Verde Europeo suponen una gran oportunidad y un gran reto para afrontar la transformación del modelo productivo de España. 
 
Usted es Alcalde de una gran ciudad y, aunque seguimos estando condicionados por los vaivenes de la pandemia, tuvo que hacer un confinamiento exprés en cuestión de horas prácticamente allá por septiembre-octubre. ¿Cómo fue aquello, cómo se organiza de ahora para el minuto siguiente un dispositivo de emergencia COVID? 
 
Fue un momento muy difícil, porque hubo que paralizar poco a poco una ciudad de 200.000 habitantes y, paralelamente, hubo que reinventarse. En primer lugar poniendo todo el presupuesto del Ayuntamiento al servicio de la salud de la ciudadanía: levantando un hospital de campaña con recursos municipales e incluso comprando caudalímetros para el hospital de la ciudad. Paralelamente, había que apoyar a todos esos vecinos y vecinas a los que el confinamiento había dejado en una situación vulnerable. Y todo ello hubo que ponerlo en marcha en apenas unos días. 

Si ahora, ojalá que no, tuviera que volver a montarlo, ¿qué aprendió, que haría que quizá no hizo o no priorizó?
 
Probablemente haríamos las mismas cosas que hemos hecho, pero estaríamos preparados para hacerlas antes. 
 
Javier Ayala
Presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la FEMP y Alcalde de Fuenlabrada   
    
 
 
Javier Ayala

Javier Ayala

Carta Local nº 383, octubre 2024.pdf